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Dos años después del fallecimiento de su
marido, Valeria, abuela de 67 años de San José de Costa Rica, vive sola. El año
pasado se le diagnosticó alta presión sanguínea y diabetes, condiciones que si
bien no son de una letalidad inminente, exigen una constante atención. Gracias
a la calidad del sistema de atención primaria de Costa Rica, Valeria ha podido
mantener su independencia, incluso si no está con su familia.
Costa Rica, un país de ingresos medios comprometido
con la cobertura sanitaria universal para sus habitantes, genera mejores
resultados con menores gastos que la mayoría de los demás países del mundo. De
hecho, ha logrado el tercer lugar en
expectativa de vida del continente americano, tras Canadá y
Bermudas, y muy por delante de Estados Unidos. El secreto de su éxito se revela
en nuestro nuevo informe: Building a Thriving Primary Health-Care
System: The Story of Costa Rica (La creación de un exitoso
sistema de atención de salud primaria: la historia de Costa Rica).
Tras habérsele diagnosticado diabetes, Valeria fue
ingresada automáticamente en el programa de atención de diabetes crónica en su
clínica asignada, a 10 minutos a pie desde su casa. Tiene visitas cada tres
meses con un equipo de atención primaria para comprobar su presión sanguínea y
asegurarse de que la dolencia está controlada. Una vez al año, un trabajador de
salud comunitaria la visita en su hogar para cerciorarse de su bienestar,
vacunarla y compartir información acerca de cómo mantener un estilo de vida
sano.
A medida que la comunidad sanitaria mundial colabora para
implementar los Objetivos de
Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, incluido el ODS 3
(alcanzar un bienestar para
todos para 2030), Costa Rica ofrece un modelo a imitar. En todo
el planeta, las enfermedades crónicas están en aumento y las poblaciones
envejecen, convirtiendo en una prioridad el acceso universal a una atención
asequible. Lamentablemente, muchos pacientes sufrirán un deterioro de su salud
mucho peor que el de Valeria, simplemente porque no pueden tener acceso a
servicios de atención primaria de calidad.
Los sistemas de salud primaria bien organizados (que ponen
énfasis en una atención preventiva y proactiva de enfermedades crónicas, con
médicos de familia como el primer punto de contacto) elevan la calidad y
reducen la fragmentación del servicio. Hay estudios que muestran que las áreas
con mayor densidad de doctores de atención primaria presentan menor mortalidad
y mejores indicadores de salud que aquellas con una menor densidad. Asimismo,
la atención primaria es un camino clave para alcanzar una cobertura
sanitaria universal, objetivo declarado de la comunidad
internacional.
En los últimos 20 años, el Departamento de Seguridad Social de
Costa Rica ha desarrollado un sistema de atención primaria que llega a,
prácticamente, todos los costarricenses. Los proveedores primarios son el
primer lugar al que acuden si tienen un problema, ya que ofrecen servicios
preventivos y para enfermedades crónicas y agudas. En otros países, como Nueva Zelanda,
se ha usado un sistema similar que permite a los pacientes y sus familias el
desarrollo de relaciones de largo plazo con los proveedores.
El enfoque de Costa Rica comenzó con reformas en los años
noventa, cuando el país se comprometió a realizar unos cuantos cambios sencillos
que apuntaban a actualizar sus servicios de atención de salud, algunos de los
cuales otros países podrían imitar hoy.
Para comenzar, los funcionarios de Gobierno de San José
fusionaron varias entidades sanitarias y dieron autoridad al organismo resultante
sobre las decisiones de financiación y provisión de servicios, abarcando desde
vacunación hasta cirugías complejas. Si bien puede que un enfoque consolidado
como este no funcione para cada país, muchos se podrían beneficiar de una
burocracia más integrada.
En segundo lugar, Costa Rica dividió el país en 104 áreas de
cobertura, asignando a cada ciudadano un equipo de atención de salud primaria.
Esto ayudó a que los proveedores hicieran un seguimiento más preciso a las
tendencias sanitarias y permitió una gestión más proactiva y a menores costes.
Tercero, las autoridades crearon equipos multidisciplinares de
atención primaria con capacidad de proveer servicios preventivos, como vacunas
y educación, junto con apoyo médico a enfermedades agudas y crónicas, en un
enfoque holístico basado en la experiencia conjunta de médicos, enfermeras,
trabajadores de salud comunitaria, farmacéuticos y personal administrativo.
Para terminar, el departamento de Sanidad creó un sistema para
medir estadísticamente la calidad de la atención que se estaba proveyendo. En
la actualidad, los datos se usan para el monitoreo y la mejora en tiempo real
de la provisión de atención de salud.
Estas cuatro mejoras han tenido un efecto radical en el sistema.
El acceso a la
atención primaria ha aumentado de manera espectacular, desde un 25%
de la población a principios de los años noventa a un 93% en 2006. Hoy en día, más
de un 94% de la población está asignada a un equipo específico.
La calidad también se ha elevado y, gracias a lo que se ha ganado en
eficiencia, los costes son una fracción de lo que pagan otros países.
A medida que los países se esfuerzan por lograr una cobertura de
salud universal, necesitarán maneras comprobadas de prestar un servicio de
mayor calidad y más asequible a quienes carecen de él. Costa Rica ofrece un
enfoque exitoso: al poner la atención primaria al centro del sistema, ha
mejorado los índices de cobertura y sus resultados, al tiempo que ofrece un
tratamiento más personalizado.
Para pacientes como
Valeria, esto ha significado un sistema accesible, fácil de usar y que le
brinda cuidados de manera constante. Las reformas de Costa Rica han mejorado
mucho su calidad de vida y no hay duda de que muchos pacientes como ella se
beneficiarían de un enfoque similar en otros lugares del mundo.
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