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Asociarse con empresas con experiencia y reservas de talento altamente cualificado es una de las principales recomendaciones a la hora de integrar talento latinoamericano.
Históricamente infravalorada en el mercado global de talento tecnológico, América Latina está cautivando al mundo con su rica clase de talento tecnológico — y un enfoque estratégico para la externalización. Sólo en el segundo trimestre de 2023, los inversores invirtieron $650 millones de dólares en startups latinoamericanas a través de 117 operaciones, un aumento del 76% respecto al volumen del primer trimestre, lo que demuestra que la inversión se está recuperando en la región a un ritmo constante.
Como alguien que ha navegado por este panorama de primera mano, me entusiasma compartir la historia de cómo América Latina se ha convertido en un destino preferido para las empresas que buscan soluciones eficientes y el mejor talento tecnológico.
Encontrar "conectores" estratégicos
El laboratorio de innovación del Banco Interamericano de Desarrollo (IDB Lab) presentó recientemente un informe que echa por tierra la idea errónea del talento tecnológico de América Latina. La principal conclusión de este documento es que la región cuenta con una gran cantidad de profesionales tecnológicos preparados para afrontar retos globales.
Esta realidad no ha provocado precisamente un frenesí de interés por parte de las empresas estadounidenses deseosas de aprovechar esta reserva de talento, pero nos da una pista sobre dónde estará la atención en un futuro próximo, teniendo en cuenta que la competencia no es tan intensa como en otras regiones del mundo.
Sin embargo, no es tan sencillo como publicar ofertas de empleo en LinkedIn u otras plataformas. Tras aventurarme en este territorio, me he dado cuenta de que la estrategia de contratación convencional que siguen muchas empresas se queda corta.
Para desbloquear el verdadero potencial del talento tecnológico de América Latina, las asociaciones estratégicas son esenciales. Colaborar con organizaciones, concretamente con las 10 mejores universidades, como el Tec de Monterrey, la Universidad de los Andes Colombia o la Pontificia Universidad Católica de Chile, ha demostrado ser una estrategia ganadora.
Asimismo, hay que tratar de asociarse con empresas que cuenten con reservas de talento altamente cualificado y tengan experiencia en la formación de equipos en la región. La clave está en asociarse con conectores bien informados que conozcan los matices del panorama del talento local. Estos conectores tienden puentes entre el mundo empresarial global y las redes únicas de América Latina, haciendo que el proceso de contratación sea fluido y fructífero. Esto abre las puertas a un flujo constante de licenciados cualificados, listos para contribuir a proyectos innovadores en todo el mundo.
La ventaja latinoamericana
Si lo pensamos bien, ¿qué diferencia a América Latina en el ámbito de la subcontratación? Varios factores se unen para crear una fórmula imbatible para el éxito.
Lo primero es el aumento de la matrícula en STEM en las naciones latinoamericanas. Perú está a la cabeza, con casi un 30% de graduados que eligen STEM, rivalizando con la reputación de Corea del Sur por su mano de obra cualificada. México le sigue con un 25%, alineándose con Suiza e Israel. Colombia, El Salvador, Chile y Ecuador se sitúan entre el 20% y el 24%, superando a Estados Unidos, lo que posiblemente contribuya a que después de graduarse trabajen en empresas estadounidenses.
El segundo es la afinidad lingüística y cultural. Los países latinoamericanos dominan el inglés (ya que la influencia de Estados Unidos ha sido omnipresente durante el último siglo) y también comparten lazos culturales con Europa. Esta familiaridad con las prácticas empresariales occidentales facilita la comunicación, fomentando una colaboración eficaz entre las empresas y el talento latinoamericano.
El tercer factor es la proximidad y la compatibilidad horaria. No es de extrañar que la proximidad geográfica a Norteamérica suponga una ventaja para América Latina en términos de compatibilidad horaria y reducción de los costes de viaje. La colaboración en tiempo real se convierte en una segunda naturaleza, mejorando la capacidad de respuesta y haciendo que la disponibilidad sea la norma.
El cuarto es el hecho de que en la región están surgiendo varios centros tecnológicos. Países como Brasil, México, Chile y Colombia han abrazado la tecnología, fomentando centros de innovación, atrayendo nuevas empresas y profesionales expertos en tecnología. Estos ecosistemas son un crisol de creatividad y espíritu emprendedor.
Por último, pero no por ello menos importante, está la rentabilidad. Reconozcámoslo, siempre ha sido un factor determinante. América Latina ofrece una mano de obra cualificada a un coste inferior en comparación con las regiones desarrolladas. Para las empresas que buscan optimizar los gastos operativos, es una obviedad.
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Una fuerza de externalización global
La contratación eficaz de talentos en América Latina requiere un profundo conocimiento de las redes de talentos de la región para reunir a los equipos ideales. Este enfoque minimiza los riesgos de contratación, garantizando la satisfacción del cliente. Para retener su valioso talento, las empresas tienen que proporcionar un entorno de trabajo enriquecedor que fomente el crecimiento continuo y el desarrollo personal. Este compromiso se traduce en compromiso y lealtad a largo plazo por parte de los miembros del equipo.
Sin embargo, el ascenso de América Latina como fuerza global de externalización dista mucho de ser un éxito repentino. Es el resultado de un ecosistema cuidadosamente elaborado que combina talento cualificado, asociaciones estratégicas y compatibilidad cultural. Como testigo de esta evolución, puedo hablar del poder transformador de la región en el mundo de la tecnología y la externalización. Ya sea por la proximidad de México, la mano de obra cualificada de Colombia, la destreza de Argentina en software o el compromiso de Costa Rica con la sostenibilidad, el potencial de externalización de América Latina es innegable.
Entonces, ¿por qué la gente debería apresurarse a contratar en Latinoamérica más que en cualquier otra parte del mundo? Porque esta región se ha transformado en un vibrante paisaje de oportunidades, que ofrece a las empresas la posibilidades de aprovechar un profundo pozo de talento, innovación y soluciones rentables. Invito a todo el mundo a explorar las innumerables posibilidades que ofrece América Latina. El talento tecnológico de aquí no es sólo un recurso; es un catalizador para el crecimiento y el éxito a escala mundial.
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