Ocho estrategias para adaptar nuestras ciudades al cambio climático



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Las ciudades son extremadamente vulnerables al cambio climático. En América Latina y el Caribe (ALC), una de las regiones más vulnerables del mundo a este fenómeno, ya se siente en varios municipios los crecientes riesgos de escasez de agua, aumento del nivel del mar y eventos climáticos extremos como olas de calor e inundaciones. Estos eventos climáticos aumentan la mortalidad y la morbilidad, causan pérdidas de activos y económicas, empujan a los hogares a la pobreza y desplazan comunidades.

El cambio climático no solo está llamando a las puertas de las ciudades, sino que, dado que se concentran en las personas y las actividades económicas en nuestra región, su acción es fundamental para fomentar una región más sostenible. En la División de Vivienda y Desarrollo Urbano del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), ayudamos a las ciudades a tomar las mejores decisiones para mitigar y adaptarse a los efectos del cambio climático. En el artículo de hoy, abordaremos las profundas repercusiones del cambio climático en las ciudades de ALC. Al mismo tiempo, destacamos el papel indispensable de los gobiernos en la adaptación a estas tribulaciones ambientales y, lo que es más crucial, en la protección de sus poblaciones más vulnerables de las duras realidades de nuestro mundo en constante cambio. También se presentarán ocho estrategias y soluciones innovadoras que son clave para adaptar nuestras ciudades a los efectos del cambio climático. ¡Así que siga leyendo para no perderse ningún detalle!

Ciudades en riesgo: vulnerabilidad al cambio climático

Las ciudades se han convertido en el epicentro de la actividad humana, albergando a la mayoría de la población mundial. En ALC, esta tendencia a la urbanización es aún más pronunciada, donde se espera que más del 86% de la población residirá en ciudades para el 2050. Sin embargo, esta concentración de personas, y activos, conlleva un alto costo, ya que las ciudades enfrentan una creciente vulnerabilidad al cambio climático.

 Olas de calor más frecuentes y duraderas

Las temperaturas en aumento y las olas de calor hacen que las ciudades sean menos habitables. El efecto de isla de calor urbano agrava este problema, con algunas ciudades de la región experimentando aumentos de temperatura de hasta 8°C. Las poblaciones vulnerables, como los ancianos y los hogares de bajos ingresos, sufren especialmente las consecuencias de estas olas de calor.

• Escasez de agua: ciudades con sed

Cambios en los patrones de precipitación están llevando a la escasez de agua en áreas urbanas. Los sistemas de suministro de agua mal mantenidos y una población en crecimiento amenazan significativamente la seguridad del agua. Por ejemplo, Montevideo (Uruguay) enfrentó una grave sequía en 2023, lo que obligó a las autoridades a recurrir a fuentes de agua salobre.

• Incendios urbanos

Las sequías y las temperaturas más altas contribuyen a un mayor riesgo de incendios urbanos. Valparaíso (Chile) experimentó su mayor incendio urbano en 2014, desplazando a miles de personas y causando daños sustanciales. La amenaza de tales eventos sigue acechando a millones que viven entre áreas silvestres y urbanas.

• Aumento del nivel del mar y marejadas: vulnerabilidad costera

El aumento del nivel del mar y las marejadas amenazan a las ciudades costeras. ALC tiene una alta proporción de su población metropolitana residiendo a lo largo de las costas, lo que las hace particularmente susceptibles al avance del mar.

Estrategias de adaptación para ciudades resilientes

Para abordar estos desafíos, las ciudades deben adoptar un enfoque multifacético para adaptarse al cambio climático y volverse más resilientes.

1. La ubicación importa: reubicación y recuperación de tierras

Las ciudades pueden desarrollar estrategias de reubicación para desocupar áreas de alto riesgo y adoptar técnicas de recuperación de tierras para mitigar las amenazas costeras. Ambos enfoques requieren una planificación cuidadosa para minimizar el desplazamiento de comunidades y activos.

2. Infraestructura gris: protección a través de la ingeniería

Invertir en infraestructura gris, como muros de contención, compuertas contra inundaciones y sistemas de drenaje, proporciona protección inmediata contra eventos climáticos extremos. Los depósitos subterráneos y las tecnologías de pavimentos permeables de Barcelona son un ejemplo exitoso.

3. Infraestructura verde: defensa natural

La infraestructura verde, que incluye manglares, humedales y ecosistemas urbanos, ofrece protección natural contra inundaciones y marejadas. Estas soluciones no solo aumentan la resiliencia, sino que también benefician a la biodiversidad y mejoran la calidad del aire.

Los manglares previenen la erosión y reducen la fuerza de las olas, previniendo inundaciones

4. Reducir la isla de calor: diseño urbano

Las ciudades pueden reducir el efecto de isla de calor aumentando la cobertura verde con árboles y parques. Además, los diseños arquitectónicos que promueven el confort térmico y la refrigeración pasiva pueden ayudar a combatir el aumento de las temperaturas.

5. Reglamentaciones y zonificación: construir para el futuro

Códigos de construcción rigurosos, normas y reglamentos de zonificación pueden garantizar que las nuevas construcciones sean resistentes al cambio climático. La renovación de edificios existentes para cumplir con estos estándares también es crucial.

6. Papel del gobierno: gobernanza y coordinación

La gobernanza efectiva, la coordinación y la planificación son necesarias. Los gobiernos deben abordar la fragmentación institucional y mejorar la coordinación entre entidades nacionales y subnacionales. Pueden desarrollar evaluaciones de riesgo, involucrar a los ciudadanos e implementar sistemas de alerta temprana.

7. Superar la informalidad y la desigualdad

Los asentamientos informales a menudo surgen en áreas de alto riesgo debido a la falta de regulación y aplicación. Los gobiernos deben adoptar enfoques integrales de planificación urbana que involucren a los residentes y aborden la pobreza y el subdesarrollo.

8. Financiar a las ciudades: apoyo financiero

La falta de recursos es una barrera significativa para la adaptación al cambio climático. Los gobiernos pueden proporcionar subsidios, préstamos y viviendas asequibles para alentar a los residentes a mudarse a áreas más seguras. Los ingresos fiscales y los incentivos para los desarrolladores privados pueden financiar mejoras esenciales en la infraestructura.

¿Estás interesado en aprender más sobre cómo las ciudades pueden adaptarse al cambio climático?

El cambio climático plantea desafíos significativos para las ciudades de la región, amenazando tanto el entorno urbano como el bienestar de sus habitantes. La adaptación efectiva requiere un enfoque integral que combine soluciones de ingeniería, infraestructura verde y una gobernanza sólida. El papel de los gobiernos es fundamental en la coordinación de esfuerzos, la regulación del desarrollo y la provisión de apoyo financiero a las poblaciones vulnerables.

El papel de los gobiernos es fundamental en la coordinación de esfuerzos, la regulación del desarrollo y la provisión de apoyo financiero a las poblaciones vulnerables. Al priorizar la resiliencia climática, las ciudades pueden seguir prosperando frente a los crecientes riesgos climáticos y garantizar un futuro sostenible para todos sus residentes. Si estás interesado en conocer más sobre el papel de las ciudades en la lucha contra el cambio climático, te invitamos a descargar la última publicación del BID, y leer el capítulo 6: Ciudades Resilientes.

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