En medio de una crisis económica y social potenciada, principalmente, por la Emergencia Humanitaria Compleja y la corrupción, los adultos mayores enfrentan condiciones de vida cada vez más difíciles. Para el 2023, el presupuesto destinado a la inversión social es de USD 7.529 millones, y a la protección y seguridad social USD 763 millones para cubrir régimen prestacional de empleo, atención en centros de salud y prestaciones sociales irrisorias de 130 bolívares, el equivalente a USD 4.12 mensuales.
Las prestaciones sociales y pensiones son el ahorro de los trabajadores para costear sus gastos por el resto de su vida, pero quedaron rezagadas porque no crecieron al mismo ritmo de la inflación en Venezuela.
Un aspecto crucial en la vulneración de derechos de los adultos mayores es la opacidad en la distribución de recursos económicos y la ausencia de una política pública de protección social con enfoque en derechos humanos, lo que ha dejado a estos grupos en una situación de desatención sin precedentes..
La vida de los adultos mayores en Venezuela está marcada por una serie de desafíos desalentadores y lejos de encontrar una pronta solución. Mencionemos algunos:
Ingresos Insuficientes: La mayoría de los adultos mayores luchan por subsistir con ingresos mensuales que oscilan entre 10 y 50 dólares, según la ONG Convite. Esta cantidad es insuficiente para cubrir sus necesidades más básicas, incluyendo alimentos y medicamentos, en un país donde la Canasta Básica supera los $500 mensuales y la pensión mensual apenas llega a los USD 4.
Desafío Nutricional: La malnutrición es una preocupación significativa para este grupo. Un estudio realizado en comunidades indígenas por Kapé-Kapé revela que un tercio de los adultos mayores se encuentra malnutrido o en riesgo de desnutrición, impactando negativamente en su calidad de vida y bienestar.
Acceso Limitado a Atención Médica: Dada la crisis del Sistema Público Nacional de Salud, muchos adultos mayores se enfrentan a dificultades para acceder a medicamentos y tratamientos esenciales para sus condiciones de salud.
Falta de Políticas de Protección Social Efectivas: El enfoque del gobierno en bonos que pertenecen a una política asistencialista, no garantiza un nivel de vida digno. El monto de un bono no alcanza para la compra de artículos de la canasta básica, medicinas u otros servicios de primera necesidad.
Estudios de las organizaciones no gubernamentales, Convite y Kapé Kapé, alertaron sobre la desprotección de este grupo poblacional para el 2022:
Convite hizo un diagnóstico social a 3.058 adultos mayores en 19 ciudades de Venezuela, revelando que el 49% son pensionados y el 25% están registrados en el Sistema Patria. Además, el 67% de ellos vive con ingresos mensuales de entre USD 10 y 50..
Kapé Kapé realizó un monitoreo en comunidades indígenas y encontró que el 32.9% de los adultos mayores en los estados Amazonas, Bolívar y Delta Amacuro sufre de malnutrición. Además, la seguridad alimentaria es alarmantemente baja en un 97% de las familias indígenas.
En cuanto a suexigibilidad de derechos, los adultos mayores han protagonizado protestas en búsqueda de mejores condiciones de vida, siendo uno de los actores sociales más activos. Durante el 2022, se registraron al menos 913 protestas lideradas por jubilados y pensionados, quienes exigieron pensiones dignas y acceso a servicios médicos y alimentos. Para el primer semestre de 2023, 616 protestas estuvieron relacionadas con la exigencia de pensiones dignas.
Preocupados por el bienestar integral de los adultos mayores, es urgente la planificación y diseño de políticas públicas eficaces que aborden sus necesidades y que incluya asistencia social, acceso a alimentos y atención médica. Además, se debe desarrollar, a nivel legal y administrativo, la Ley Orgánica del Sistema de Seguridad Social y proceder a su ejecución.
Se debe dar prioridad a género y discapacidad, y establecer un sistema de monitoreo y rendición de cuentas que evalúe el progreso y desafíos en el cuidado de este grupo vulnerable.
La falta de medidas adecuadas para garantizar una vida digna ha llevado a una crisis que exige atención inmediata y soluciones efectivas. Es fundamental que las autoridades y la sociedad en su conjunto trabajen en conjunto para brindar el apoyo necesario a quienes merecen vivir sus años dorados con dignidad y respeto.
Las voces de los adultos mayores y las organizaciones que luchan por sus derechos merecen ser escuchadas y atendidas de manera inmediata.
Excelente planteamiento. Manos a la obra.
ResponderBorrarAl parecer la narco dictadura no tiene familiares adultos mayores 👵
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