En la mayoría de las comunidades, construir un espacio más ecológico es una elección importante para el entorno. ¡Te contamos!
Una de las alternativas para mitigar el cambio climático es apostar por construcciones verdes. Este tipo de arquitectura está revolucionando las grandes ciudades que desean ser mas sostenibles, pero… ¿te gustaría saber más del tema? Te invitamos a conocer sobre esta arquitectura…
Arquitectura verde: alternativa a favor del medio ambiente
La arquitectura verde se entiende como aquella construcción que minimiza los efectos nocivos de los proyectos de construcción en la salud humana y el medio ambiente. Los expertos en estas construcciones intentan proteger el aire, el agua y la tierra, eligiendo materiales de construcción y prácticas de construcción ecológicas.
Los edificios como los conocemos cumplen una función principal: albergar distintas actividades humanas para la vivienda, templo, teatro, comercio, etc. Por lo que en la mayoría de las comunidades construir un espacio más ecológico es una elección importante.
El diseño de edificios ecológicos desafía a los arquitectos porque va más allá de las construcciones habituales, ya que estas mejoran el rendimiento general de la construcción y minimizan el impacto ambiental del ciclo de vida y costo.
No obstante, para lograr construir este tipo de edificios, es necesario convencer a los funcionarios públicos locales, estatales y federales para que legalicen procesos y estándares ecológicos, así como prácticas de construcción y prevención de incendios.
Características de este tipo de arquitectura
El objetivo principal de la arquitectura verde es ser totalmente sostenible, es decir, optar por materiales alternativos y ecológicos que procuren al medio ambiente. Si una construcción no cuenta con las siguientes características no se podrá decir que es un edificio verde:
Sistemas de ventilación eficientes diseñados para calefacción y refrigeración.
Iluminación y electrodomésticos de bajo consumo.
Accesorios de plomería que ahorren agua.
Construcción rodeada con vegetación natural y con cualidades donde se maximice la energía solar.
Daño mínimo al hábitat natural.
Fuentes de energía alternativas renovables como la energía solar o la energía eólica.
Materiales no sintéticos y no tóxicos utilizados por dentro y por fuera.
Madera y piedra obtenidas localmente, eliminando el transporte de larga distancia.
Maderas provenientes de bosques certificados.
Reutilización de edificios antiguos.
Uso de material arquitectónico reciclado o reutilizable.
Uso eficiente del espacio.
Ubicación óptima en la tierra maximizando la luz solar, los vientos y el refugio natural.
Recolección de agua de lluvia y reutilización de aguas grises.
La mayoría de los edificios que cuentan con algunas de estas características forman parte de la certificación LEED, acrónimo que significa Leadership in Energy & Environmental Design (Liderazgo en Energía y Diseño Ambiental). Desde 1993 el US Green Building Council (USGBC) promueve el diseño ecológico, pero fue hasta el año 2000 que creó un sistema de clasificación en el que los arquitectos pueden adherirse y solicitar dicha certificación.
Según la cantidad de puntos logrados, el proyecto gana uno de los cuatro niveles de calificación LEED:
Certificado. Plata. Oro. Platino.
Los proyectos que persiguen la certificación LEED ganan puntos en varias categorías, incluido el uso de energía y la calidad del aire; y es de suma importancia mencionar que esta certificación es una opción para darle valor agregado a un edificio y no un requisito del gobierno.
La verdad sobre un diseño ecológico
El diseño ecológico tiene muchos nombres y conceptos relacionados, además algunas personas enfatizan la ecología y han adoptado nombres como “diseño ecológico”, “arquitectura ecológica” e incluso “arcología”.
Un proyecto realmente exitoso es aquel en el que los objetivos se identifican desde el principio de la construcción, en donde todos los involucrados se coordinan simultáneamente desde la fase de planificación y programación para llevar a cabo una obra única.
Este tipo de arquitectura no debería ser un complemento, sino una forma de trabajo en todos los sentidos para crear un entorno amigable con el medio ambiente. El Instituto Nacional de Ciencias de la Construcción, afirma que los objetivos de diseño deben entenderse, evaluarse y aplicarse con accesibilidad, estética, rentabilidad y funcionalidad.
También se deben vigilar los requisitos funcionales y físicos de un proyecto, preservación histórica, productividad, seguridad, protección y sostenibilidad.
Ejemplos en arquitectura verde
En algunos lugares del mundo ya están optando por la arquitectura verde, tal es el caso de la Magney House de Glenn Murcutt construida en 1984 en Australia. Este proyecto ha sido un experimento en diseño ecológico durante años.
El lugar cuenta con grandes ventanas para sacar provecho de la luz solar natural, el techo aprovecha el agua de lluvia la cual se recicla para beber y para la calefacción.
Otro ejemplo de edificio ecológico es el del arquitecto italiano Renzo Piano, este personaje destacado en el ámbito no solo creó un techo verde, sino que también utilizó jeans azules reciclados como aislamiento para el diseño de la Academia de Ciencias de California en San Francisco.
Los expertos en construcción afirman que la arquitectura verde no debe ser una opción en las nuevas construcciones, sino que deben implementarse al menos algunas de las características antes mencionadas, con el objetivo de seguir contribuyendo con el medio ambiente.
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