Internet ultrarrápida: cómo cambió Chattanooga, la ciudad con la red más rápida de Estados Unidos



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Rodeada de montañas y atravesada por un hermoso río, Chattanooga se presenta al visitante como una urbe ideal para una escapada natural.

Pero esta pequeña ciudad ubicada en el sureste de Estados Unidos es también una de las más tecnológicamente avanzadas en el país.

Y hace medio siglo la llamaban "la ciudad más sucia de EE.UU.".


En Chattanooga, Tennessee, ya desde 2010 la conexión a internet alcanzaba velocidades de un gigabit por segundo (GB/s), es decir, 1.000 megabits por segundo. Esa marca le valió el apodo de Gig City ("gigaciudad"), y de ciudad vanguardista.

Y hoy, el servicio de internet llega a 10 GB/s (desde 2015) y es comparable a la de Hong Kong. Su banda ancha es hasta 200 veces más rápida que la que tienen muchos estadounidenses.

Ese avance tecnológico se ha visto reflejado en varios aspectos de la vida de la urbe, que este año fue nombrada por la reconocida guía de viajes Lonely Planet como "la mejor ciudad de Estados Unidos" y "uno de los 10 destinos para visitar en 2018".

¿Cómo logró esta localidad de poco más de 175.000 habitantes convertirse en un hub tecnológico cuya velocidad de conexión supera a la de Silicon Valley?
Una inversión multimillonaria

Chattanooga, a quien dio fama Glenn Miller y su banda de jazz por su tema Chattanooga Choo Choo (1941) -inspirada en su aclamada locomotora de vapor- lleva décadas reinventándose a sí misma.

Sufrió durante la era posindustrial. A finales de los 60, el presentador del noticiero de CBS Walter Cronkite se refirió a ella como "la ciudad más sucia de Estados Unidos". Mucho ha cambiado desde entonces.




Con el paso de los años, la industria pesada fue disminuyendo y la alta tecnología se fue abriendo paso con su innovación.

En 2010, la ciudad se convirtió en la primera de Estados Unidos en ofrecer un giga de velocidad por segundo gracias a una inversión de US$320 millones. Más de un tercio de esa cantidad provenía de Washington, del Departamento de Energía.

El proyecto fue desarrollado por EPB (Electric Power Board), la compañía de energía eléctrica local, fundada en 1935 para desarrollar comunicaciones telefónicas.

Su director ejecutivo, Harold Depriest, abogó por un plan que consistía en desplegar cables de fibra óptica por la ciudad que pudieran usarse para el acceso a internet ultrarrápida. Cada cliente tendría un giga de velocidad... aunque para ello deberían afrontar facturas eléctricas más altas de lo normal.


A toda velocidad

La inversión dio sus frutos.

Según una encuesta elaborada en agosto de este año por Consumer Reports, la organización más respetada en reseñas de productos de consumo en Estados Unidos, EPB recibió las mejores calificaciones por su valor, velocidad y confiabilidad. Solo Google Fiber le alcanza (y solo en valor).

Los resultados de esa investigación cobran sentido al saber que más de la mitad de los habitantes de Chattanooga son clientes de EPB.



"La respuesta (de la gente) fue: '¿Cómo es que está pasando esto en Chattanooga y no en Silicon Valley, Los Ángeles, Nueva York u otras ciudades mucho más grandes?'", le contó a la BBC David Wade, presidente de EPB, en un programa de radio emitido en 2016.

Y es que era difícil asociar el concepto de vanguardia a una ciudad tan pequeña como Chattanooga.

El alcalde Andy Berke declaró a medios locales que la internet de alta velocidad "cambió la forma en que nos definimos como ciudad".

"Somos una ciudad meridional de tamaño medio. Para nosotros, estar a la cabeza de la curva tecnológica en lugar de al final es un auténtico logro", aseguró.

Entre otras cosas, una conexión superrápida permite que la calidad de una videollamada sea mucho más alta, y también la carga y descarga de archivos multimedia y los videos en streaming (retransmisión en vivo).

Andrew Rodgers, investigador y desarrollador de aplicaciones en The Enterprise Center, un centro de innovación en Chattanooga, le dijo a la BBC que internet también le permite descargar juegos en apenas dos minutos que normalmente se demorarían más de dos horas.



Pero la inversión en fibra óptica hizo crecer esta ciudad sureña mucho más allá del uso doméstico.
Tejido empresarial

La ciudad se ha convertido en un centro tecnológico y en un cultivo de nuevas empresas.

"Nuestro escenario empresarial ha explosionado en los últimos cinco años. He visto una gran variedad de compañías tecnológicas que vienen de todas partes: California, Nueva York...", le dijo a la BBC Catherine Mccarthy, al frente de una de las incubadoras de startups.



Una de esas empresas es Ambition.com, una compañía que, tal y como explicó su director, Travis Truett, se encarga de la fabricación de software: "Ayudamos a las empresas a que sean más responsables, productivas y comprometidas con su trabajo", aseguró.

La compañía arrancó en Silicon Valley, pero en 2013 se desplazó a Chattanooga.



"Queríamos estar más cerca de nuestros clientes", dijo Truett. Pero añadió que el hecho de que Chattanooga fuera una "gigaciudad" también ayudó porque muestra "que es un lugar que invierte en el futuro".
La parte controversial

Desde 1996, los operadores de cable han invertido más de US$200.000 millones en redes de banda ancha y otras infraestructuras, según la Asociación de Internet y Televisión de Estados Unidos (NCTA, por sus siglas en inglés).

El proyecto de Chattanooga arrancó en 2008. Según declaró Danna Bailey, de EPB, la motivación fue que desde la empresa pública no veían que el sector privado fuera a traer a este mercado una auténtica conectividad de alta velocidad.

Para llevarlo a cabo, la ciudad tuvo que enfrentar demandas de proveedores de internet como Comcast y operadores locales, pero acabó sacando el proyecto adelante.



"La gente entiende que el acceso a internet de alta velocidad se está convirtiendo en una problemática de infraestructura nacional, como sucedió con las carreteras en la década de 1950", argumentó Berke.

"Si el sector privado no puede ofrecer ese tipo de ancho de banda debido a la elevada inversión, entonces el gobierno tiene que proporcionar ese servicio, tal como ocurrió con las carreteras en los 50".

En declaraciones a principios de este año para un reporte de Business Insider, Berke declaró que la Chattanooga en la que creció "era una ciudad moribunda". La motivación para transformarla ha hecho de la innovación el eje de su carrera política.

En los últimos años, ha habido una inversión de US$1.000 millones en el llamado "Distrito de la Innovación" de la ciudad. Y se espera que siga creciendo.

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