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Cómo vivir un año sin comprar comida



Rob Greenfield afirma que no compró nada de comida durante un año – y ahora está más saludable que nunca.

Rob Greenfield se dedicó a la agricultura, la pesca y el pastoreo para comer de manera más sostenible y animar a otras personas a hacer lo mismo.

Durante el último año ha cultivado y buscado el 100% de sus alimentos. Sin pisar las tiendas de comestibles, ni restaurantes, ni siquiera una bebida en un bar. La naturaleza era su jardín, su despensa y su farmacia.

Rob vive en Orlando, Florida, a pocos kilómetros del centro. Cuando llegó no tenía terreno en propiedad, de modo que para cultivar sus alimentos convirtió el césped de sus vecinos en huertos urbanos y compartió la abundancia de cosechas con ellos. Es un gran creyente en la filosofía de “cultivar alimentos, no césped“.

Recién llegado a Orlando encontró a Lisa, una mujer de 60 años con el sueño de toda su vida de vivir de forma más sostenible. Construyó una pequeña casa en su patio trasero y a cambio convirtió todo su patio delantero en un huerto, fabricó un sistema para la recolección de agua de lluvia, un sistema de compostaje y cultivó sus productos frescos, compartiendo los alimentos con su casera.



Rob no tenía experiencia previa en el cultivo de alimentos, en 6 meses consiguió ser autosuficiente.
La mitad de su comida provenía de su huerto y la otra mitad era de la búsqueda de alimentos. Buscó más de 200 alimentos en la naturaleza. Recolectó su propia sal marina del océano, recogió cocos como una buena fuente de grasa, buscó fruta en cientos de árboles, pescó peces en lagos, ríos y el océano, recolectó hongos en el bosque y recogió hierbas nutritivas de los jardines de los vecinos.
Cultivé su propia medicina y vitaminas, incluyendo cúrcuma y jengibre. La moringa seca y en polvo, también conocida como el árbol de las vitaminas, era su multivitamina.
También fermentaba los vegetales y preparó deliciosas bebidas como vino de miel y cerveza de jengibre. Confió en la naturaleza y valió la pena.
Durante el año construyó huertos para otras 15 personas a través de su programa Huertos para el Pueblo, plantó más de 200 árboles frutales comunitarios, envió más de 5.000 paquetes de semillas para ayudar a la gente a cultivar sus propios alimentos orgánicos y saludables y dió clases de jardinería gratuitas a la gente en su comunidad.


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