Cepal: Venezuela envejece aceleradamente por su éxodo masivo

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La población regional está envejeciendo con rapidez y Venezuela acelera su proceso por la creciente y masiva migración. El éxodo venezolano, cifrado en más de 4 millones de personas, se ha convertido además en una masiva fuga de recursos humanos, que deja al país sin generación de relevo.
Un informe sobre las proyecciones demográficas de América Latina y el Caribe, publicado esta semana por la Cepal, advierte sobre el acelerado envejecimiento poblacional y el reto que significará para la región el diseño de políticas públicas atinentes a dar soluciones a esa realidad en ciernes, que pareciera no tener vuelta atrás.
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) señala que el fenómeno obedece a múltiples factores, entre ellos el crecimiento de la esperanza de vida, la disminución de la mortalidad infantil, el bajo nivel de fecundidad, y los movimientos migratorios.
En el caso de Venezuela, dice el documento titulado “Proyecciones de Población 2019”, el nivel máximo de personas se alcanzará en 2063, cuando el número de habitantes sea de unas 37.565.000 personas. Se trata de una cifra conservadora de crecimiento si se tiene que para 2019 las estadísticas hablan de unos 28.516.000 habitantes, y que el aumento en ese lapso de 44 años será de 9.049.000 personas.
Entretanto, la ralentización del crecimiento poblacional, debido a la disminución de la fecundidad, proyectan que para 2058 América Latina y el Caribe alcanzarán su máxima densidad demográfica, tras pasar de 648.121.000 en 2019 a 767.643.000 en 2058.

Éxodo venezolano sin pausa

El economista de la UCV, José Manuel Puente, PhD., Profesor Titular del IESA y profesor invitado en Oxford, Madrid y Salamanca, sostiene que la migración venezolana ha sido el mayor éxodo de población que se haya registrado en América Latina, en su historia contemporánea.
Apunta, además, que en el complejo cuadro venezolano se evidencia además un factor cualitativo que lo hace más grave aún. De acuerdo con sus cálculos, entre las 5 y 6 millones de personas que han salido del país en los últimos 20 años, la gran mayoría tiene altas calificaciones profesionales y técnicas. Lo que arrebata al país capital humano preparado.
“En ese proceso, Venezuela ha perdido a muchos de sus jóvenes con pregrado, maestría, doctorado, con especializaciones en medicina, en petroquímica, en petróleo, así como una parte importante de sus académicos”, comentó a El Estímulo, ante la realidad de que en Venezuela se queda la población inactiva laboralmente o cercana a la jubilación, de entre 50 a 80 años.

La huella de la migración intrarregional

De los movimientos migratorios recientes de países latinoamericanos y caribeños llama la atención la migración intrarregional que ha venido adquiriendo mayor importancia. Tal es el caso del reciente éxodo de personas haitianas a países sudamericanos, y los flujos migratorios procedentes de Venezuela y otros naciones de Centro América, reseña el informe.
La Cepal sostiene que la migración ha determinado cambios importantes en los países receptores, así como en las naciones de origen.
Para el período 2015-2020 se proyecta un saldo migratorio negativo para Venezuela de más de 3,3 millones de personas, cuyos principales países receptores en la región seguirán siendo Brasil, Chile, Colombia, Ecuador y Perú.

Envejece la poblacional y se acerca el fin del bono demográfico

La preocupación principal que se manifiesta en el informe es que el bono demográfico está llegando a su fin, lo que enfrenta a los países a una disminución de la productividad, entendiendo por bono demográfico el periodo donde la población activa e inactiva en edad de trabajar superan en cantidad a las personas económicamente dependientes como niños y adultos mayores.
“La región en su conjunto se encuentra en una etapa de envejecimiento relativamente acelerada y se proyecta que ya en 2040 la población de personas de 60 años y más supere a la de menores de 15 años. Sin embargo, persiste la heterogeneidad regional con distintos ritmos de envejecimiento”.
Se estima que la relación de dependencia de la región comenzó a disminuir entre 1965 y 1970, marcando el inicio del bono demográfico. Se proyecta, además, que entre 2020 y 2025 la población dependiente (menores de 15 años y de 65 años y más) crecerá más que la población en edad de trabajar (de 15 a 64 años), lo que lleva aparejado un aumento de la relación de dependencia y el fin del bono demográfico en la región.

Aumenta la esperanza de vida y baja la mortalidad infantil

La esperanza de vida al nacer de la región sigue aumentando. Entre 2015-2020 en América Latina y el Caribe fue de 75,2 años; más elevada que en Asia (73,3) y África (62,7). Sin embargo, la brecha es significativa con respecto a América del Norte (79,2), Europa (78,3) y Oceanía (78,4), refieren los resultados del estudio.
Los datos muestran además que el aumento de la esperanza de vida. se debió principalmente a la reducción de la mortalidad en las primeras edades.
Como dato, nada curioso, en Venezuela especialmente, la esperanza de vida al nacer se contrajo, en los dos últimos quinquenios estudiados por la Cepal.
Las proyecciones muestran una creciente convergencia en la esperanza de vida entre las regiones, pero no suficientemente rápida como para cerrar las brechas entre regiones con los más altos niveles de mortalidad.

Disminuye la fecundidad, y cae por debajo del nivel de reemplazo

La tasa global de fecundidad (TGF) de América Latina y el Caribe en 2015-2020 se estima en 2,04 nacidos vivos por mujer, y por primera vez se ubica por debajo del nivel de reemplazo de 2,1 hijos por mujer, refiere el documento de la Cepal.
La proyección de la TGF de la región indica que seguirá bajando y llegará a 1,72 en 2070-2075, con una leve recuperación posterior que le permitirá llegar a 1,73 en 2095-2100.
Entretanto, La edad media de la fecundidad mostró una tendencia decreciente en la región entre 1950 y 2000 debido a la disminución del número de hijos que tuvieron las mujeres, y registró su valor mínimo en 2000-2005 con 27,0 años.
A partir de entonces, empezó a subir y actualmente se observa un valor de 27,3 años, lo que señala que la baja fecundidad viene acompañada de un número mayor de mujeres que tienen hijos a edades más avanzadas. Según las proyecciones, se prevé que esa tendencia se mantenga y que la edad media ascienda a 30,7 años en 2095-2100.
En el caso venezolano, sin embargo, el país se lleva el segundo puesto entre los 60 países con mayor tasa de fecundidad adolescente (15 y 19 años) del mundo en 2015-2020.

Monitoreo y construcción de políticas públicas

El dinamismo con que se dan los cambios demográficos en la región, en especial el descenso de la fecundidad y los movimientos migratorios, llevan a un constante monitoreo y revisión de las estimaciones y proyecciones de población.
La Cepal considera fundamental mantener un seguimiento para diseñar las políticas públicas requeridas en todas las áreas del qué hacer social y económico.
“Solo con información oportuna y de calidad es posible elaborar estimaciones y proyecciones de población que reflejen la realidad demográfica de los países y de la región”, detalla el documento.

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