En
los años ochenta una nueva concienciación ecológica dio lugar a que se
empezara a hablar cada vez con más fuerza de lo que entonces se llamaban
‘energías alternativas’. Fuentes energéticas como el sol, el viento o
el agua cobraron espacio frente a combustibles fósiles como el carbón,
el petróleo o el gas; una denominación que se hizo mucho más popular en
los noventa, con el despliegue de paneles solares y aerogeneradores a lo
largo de la geografía española.
Pasadas ya casi cuatro décadas, el reto ahora es mucho más
importante, como han señalado los expertos medioambientales, que instan a
reducir las emisiones de dióxido de carbono en la atmósfera para paliar
el cambio climático. En los acuerdos de París de 2015 se fijaron una
serie de objetivos que exigen acelerar la introducción de energías
renovables en el mix energético con un ritmo anual de unos 300.000
megavatios de nueva potencia renovable instalada, según la Agencia
Internacional de la Energía. Estas energías ya no son más la
“alternativa” sino que vienen definitivamente a suplir a otras como el
carbón: se trata, por tanto, de un mix energético descarbonizado. El trabajo con las energías renovables hoy ya no tiene nada que ver
con el de hace décadas. Principalmente porque se han producido muchos
avances en el terreno del almacenamiento, la hibridación, la
trazabilidad y la digitalización, progresos que desglosamos a
continuación.
UN MEJOR ALMACENAMIENTO
El almacenamiento permite acumular la energía producida en
momentos de alta generación para poder suministrarla a la red en las
franjas de alta demanda. Hay dos tipos, el transaccional o a corto plazo
y almacenamiento estacional (a medio y largo plazo). El primero permite
servir para los ajustes de oferta-demanda de la red y el segundo, hace
posible que las renovables sustituyan a las fósiles.
Acciona ya puso en marcha en Barásoain (Navarra) la primera planta
híbrida de almacenamiento de electricidad en baterías integrada en un
parque eólico conectado a la red en España. Lo que se consiguen son
funcionalidades como la prestación de servicios de ajuste al sistema
eléctrico –necesarios para mantener el permanente equilibrio entre
oferta y demanda–, y el desplazamiento de la aportación de energía a la
red a aquellos momentos en que se registra una mayor demanda, lo que
mejora el rendimiento económico de la instalación. Los analistas prevén
que este es el futuro y que en 2023 habrá una capacidad anual de
almacenamiento en baterías de 14.000 MW (ahora estamos en 360 MW).
USO SIMULTÁNEO DE DOS FUENTES DE ENERGÍA
La HIBRIDACIÓN consiste en sacar provecho de varias fuentes de
energía a la vez, como puede ser el viento y el sol. Con esto se palia
el desajuste que existe cuando por la noche el sol no genera
electricidad, pero sí lo hace el viento. Al hibridar las tecnologías de
las dos energías se puede obtener un mayor aprovechamiento para el
suministro eléctrico.
En el parque eólico de Breña (Albacete), Acciona también ha llevado a
cabo esta hibridación al recubrir la torre de un aerogenerador con
paneles fotovoltaicos orgánicos y flexibles, destinados a producir
energía para el consumo eléctrico interno de la turbina. Esta solución,
aplicada a otros parques eólicos, permitirá aumentar la capacidad de
producción energética de los parques, contribuyendo a una generación
eléctrica más eficiente y limpia. Como explica Belén Linares,
responsable de innovación en energía en ACCIONA, “supone una
optimización del uso del espacio para la producción renovable y nos va
permitir probar la eficiencia de la fotovoltaica orgánica, una
tecnología que creemos tiene una de las mayores curvas de mejora de
eficiencia tecnológica. Por eso hemos decidido pilotarla”.
LOS BENEFICIOS DEL BLOCKCHAIN
La industria energética también utiliza ya la tecnología
blockchain, entre otras cuestiones, para garantizar de forma
transparente que al cliente le llega energía de fuentes renovables. Algo
que es fundamental, por ejemplo, para aquellos que eligen suministrarse
con energía 100% limpia.
Acciona ha puesto en marcha el proyecto Greenchain y se ha convertido
en la primera empresa en aplicar blockchain para la trazabilidad del
origen 100% renovable de la energía inyectada en la red eléctrica. Es
una innovación que se está usando en las plantas de Barásoain y Tudela y
se espera hacerla extensiva al resto de instalaciones de la compañía.
Su funcionamiento consiste en gestionar los datos registrados en los
contadores de cada instalación para contabilizar las garantías de origen
renovable. Esos datos se almacenan en una plataforma blockchain, que
valida su fiabilidad y que resulta accesible para el cliente en todo
momento.
LA DIGITALIZACIÓN, CLAVE
Para la energía, todo el entorno de las TICS – las nuevas
tecnologías- es clave, puesto que permiten aumentar las prestaciones de
los parques, es decir, producir más con los mismos activos. Para ello se
está utilizando el llamado big data e Internet de las cosas con el fin
de incrementar la producción de energía detectando patrones y
adelantándose a las averías (mantenimiento predictivo y preventivo). De
hecho, por ejemplo, Acciona ya dispone de un gran cerebro central
tecnológico en Navarra capaz de captar, analizar, procesar y responder
ante cientos de miles de datos procedentes de cuatrocientas
instalaciones renovables situadas en 19 países del mundo.
UNA NUEVA GENERACIÓN DE PANELES SOLARES
Todas estas innovaciones hacen que el uso de las fuentes
energéticas renovables sea hoy muy distinto al de hace treinta años. Más
aún con la transformación y modernización de los paneles solares y los
aerogeneradores, que no se parecen prácticamente en nada a los de hace
tres décadas, siendo hoy mucho más limpios, flexibles y baratos.
De hecho, hasta no hace mucho tiempo los módulos fotovoltaicos de los
paneles solares estaban basados en silicio. Ahora están desarrollándose
nuevos modelos orgánicos que utilizan el carbono como materia prima, y
se caracterizan por su flexibilidad estructural –lo que los hace
adaptables a muy diversas superficies-; son también reseñables sus
menores costes de mantenimiento, el menor consumo de energía en su
fabricación, sus facilidades logísticas y el reciclaje íntegro de los
materiales utilizados. El único problema que tienen todavía estos
módulos es que su eficiencia es todavía inferior a la de los de silicio,
aunque se espera que avancen en este sentido en los próximos años. Como
también se está trabajando en otro tipo de paneles bifaciales, que
aprovechan la radiación directa difusa y también la reflejada, ya que
tienen dos caras por las cuales pueden recibir radiación.
Este tipo de soluciones es el que se estudia e investiga en el Hub
solar que Acciona tiene en Navarra y el que acaba de abrir en El Romero,
Atacama (Chile). Su objetivo es testar nuevas tecnologías fotovoltaicas
que permitan incrementar la eficiencia y el rendimiento de las
instalaciones solares. Por ello, allí se estudia el comportamiento
mecánico y energético de módulos de tecnología cristalina bifacial, de
célula partida y de capa fina de teluro de cadmio (CdTe), tecnologías
todas ellas en fase de desarrollo y con expectativas de marcar la
evolución futura de la energía fotovoltaica.
MODERNOS Y EFICIENTES AEROGENERADORES
Los AEROGENERADORES también han cambiado mucho en el último
cuarto de siglo. Ahora es posible lograr la misma potencia instalada con
diez veces menos aerogeneradores. Es lo que ha ocurrido en el parque
eólico del Cabrito, en Cádiz, donde Acciona ha sustituido 90
aerogeneradores instalados hace 23 años por 12 de tecnología actual.
Como explica Marta López, Gerente de Producción Eólica Zona Sur, de
Acciona, “al reducirse en 7,5 veces el número de turbinas, se ha
disminuido sustancialmente el impacto visual del parque, y el nivel de
sonoridad. Además el “renovado parque” generará un 16% más de energía de
la que producía antes”.
De lo que se trata es de repotenciar los parques eólicos para que
estos sean mucho más eficientes y no sea necesario plantar todo el
espacio de estos molinos de viento como ha sucedido hasta ahora. De
hecho, el parque de Acciona de la Zona Sur, situado en el gaditano
municipio de Tarifa, producirá energía renovable equivalente al consumo
de 30.000 hogares, evitando la emisión a la atmósfera de 107.000
toneladas de CO2.
Y POR ÚLTIMO… LA ROBOTIZACIÓN
Todas estas tecnologías están modificando a las energías
renovables. Pero, sin lugar a dudas, el futuro llegará de la mano de la
ROBOTIZACIÓN, que permitirá automatizar tareas como la limpieza de las
placas solares de manera que, integrando este procedimiento, se
garantizará la máxima productividad de estos paneles y se mejorará su
durabilidad. En este mismo sentido, también se están comenzando ya a
utilizar usar drones para el mantenimiento de los parques y se evalúa su
uso para reparaciones en altura.
Todo ello demuestra que fuentes energéticas como el sol o el viento
han dejado de ser simplemente las energías alternativas. Ya no son la
alternancia, son la realidad existente y con ellas hay que convivir en
el presente… y en el futuro.
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