Es lamentable hablar de esclavitud en 2018, pero la fundación Walk Free lleva años poniendo el foco sobre las personas que viven sometidas en pleno siglo XXI. Según su definición de esclavitud moderna —que incluye a hombres que trabajan como esclavos en barcos de pesca, a mujeres que han sido casadas en contra de su voluntad, a personas que están obligadas a delinquir o que son explotadas sexualmente—, hay 40,3 millones de esclavos en todo el mundo. El 71% son mujeres y el 62% realiza trabajos forzados.
Los datos fueron recogidos en el Índice Global de Esclavitud, un extenso documento que divide a los países por la prevalencia de esclavos modernos en sus fronteras. Según el índice, Corea del Norte tiene la mayor tasa de esclavitud moderna con 1 de cada 10 habitantes viviendo en estas condiciones. Le siguen Eritrea, Burundi, República Centroafricana y Afganistán.
En el continente americano, Venezuela y Haití tienen la mayor prevalencia de esclavitud (5,6 personas por cada mil habitantes), pero Estados Unidos (403.000), Brasil (369.000) y México (341.000) son los países con más personas esclavizadas en términos absolutos. Estados Unidos es, además, el principal importador de artículos que probablemente han sido fabricados por mano de obra esclava en otros países.
Si bien es ilegal en todo el mundo, esta forma de esclavitud sigue existiendo a una escala alarmante. De acuerdo con el estudio de Walk Free —basado en más de 71.000 entrevistas—, 89 millones de personas han experimentado, aunque sea temporalmente, esclavitud moderna en los últimos cinco.
Por otro lado, los países del G20 han importado 200.000 millones de dólares en productos electrónicos en riesgo de haber sido fabricados por mano de obra esclava. Solo siete de esos países han tomado medidas para combatir la esclavitud moderna.
Comentarios
Publicar un comentario