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En el distrito de Tama, en Tokio, se están celebrando ahora mismo elecciones, algo que no tendría que ser reseñable por aquí si no fuera por la particularidad de uno de sus candidatos: se trata nada más y nada menos que de un robot con inteligencia artificial (IA). Apodado Michihito Matsuda, el humanoide se compromete a ser totalmente imparcial y a repartir justicia como nadie antes lo ha hecho. Para ello analizará todas las peticiones presentadas al consejo, teniendo en cuenta, por un cálculo de probabilidades y estadísticas, los aspectos positivos y negativos de cada caso y emitir así una decisión -en la que también influirá la opinión "escuchada" del pueblo, para tenerla en cuenta.
Como puedes comprobar en la imagen superior, en las calles de Tama ya se cuelgan carteles de todos los candidatos a la alcaldía y entre ellos también está el de Michihito Matsuda, materializado en un robot con aspecto muy futurista y formas de mujer. También en la radio se pueden oír sus razones por las que merece tomar posesión del cargo.
¿Pero quién está detrás de esta IA? Pues dos peces gordos de la industria tecnológica. El primero de ellos es Tetsuzo Matsuda, vicepresidente de la empresa japonesa de telecomunicaciones e internet, mientras que su socio es Norio Murakami, exempleado de Google Japón. Ambos se han aliado para llevar esta campaña que podría dar como resultado el ver por primera vez en nuestra sociedad un robot con inteligencia artificial como alcalde de un ciudad o distrito.
Tanto Marsuda como Murakami está así convencidos de que los algoritmos son el futuro y que suponen la solución perfecta para analizar los deseos de la población, resolver conflictos de forma equitativa y tener a la sociedad satisfecha ante decisiones que se sentirán justas por todas las partes. "Podremos desarrollar políticas imparciales y equilibradas. Implementaremos medidas rápidamente, acumulando información y liderando la próxima generación", afirman, asegurando que es solo cuestión de tiempo que la IA lo cambie todo.
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