Esta ciudad brasileña está resolviendo el problema de los residuos plásticos y la pobreza al mismo tiempo
Erica
Sanchez
Phineas
Rueckert
Las estadísticas sobre la contaminación global por plástico son
impactantes. Se estima que, por minuto, se compran alrededor de un millón de
botellas de plástico. Como resultado, una persona promedio consume más de 70,000 microplásticos , que pueden
contaminar alimentos y agua, cada año. La cantidad de plástico en el océano
está en camino a triplicarse en la próxima década. Y la
lista continúa.
Y muchas veces los seres humanos afectados por el plástico, se
pierden en la avalancha informativa sobre la contaminación, especialmente los
que viven en la pobreza extrema.
En Brasil, donde más de 50 millones de personas aún viven por
debajo del umbral de la pobreza, las personas más pobres a menudo son las más
afectadas por la contaminación con plástico. El plástico contamina los ríos que
sostienen la vida, conduce a enfermedades y perjudica comunidades pobres que
carecen de una infraestructura adecuada de recolección de residuos, según informa The Guardian .
En Recife, donde abundan la pobreza y la delincuencia ,
un ejército de recolectores de plástico está limpiando la comunidad de
Coqueiral, convirtiendo la recolección de plástico en un trabajo de tiempo
completo, según informó de The Guardian.
Las mujeres venden carteras, joyas y juguetes fabricados con
desperdicios de plástico; los niños en edad escolar recolectaron basura y la
convirtieron en una casa de basura; muchos otros recogen plástico y lo venden a
las compañías de recolección a razón de 50 centavos por cada 50 botellas de
plástico.
"Estamos trabajando mucho para investigar el mercado y
analizar las tendencias y tratar de asegurarnos de que podamos hacer negocios
con lo que estamos haciendo", dijo Olga Gomes que participa del
proyecto. "Para mí es empoderador: me ha dado trabajo y me ha dado una vida
social".
Los residentes también han organizado marchas para proteger el
río local, el Tejipió, de los residuos de plástico, y presionar para que el
gobierno instaure políticas de gestión de residuos que protejan a las personas
que viven en la pobreza.
"La situación aquí, donde la vida ya es increíblemente
dura, ha empeorado", le dijo a The Guardian Evandro Alves, un líder de la
comunidad. "Estamos viendo que se usa y tira cada vez más plástico, y
justo se detiene aquí en la comunidad. Por eso, decidimos movilizarnos".
En Brasil, una economía mundial en ascenso, el problema va más
allá de la contaminación plástica. Según un informe de 2011, Brasil produce
casi 150,000 toneladas métricas de desechos
por día.
Los residentes pidieron al gobierno brasileño, en 2010, que
implemente una política de regulación de gestión de residuos sólidos, pero el
proyecto no se aprobó.
Global Citizen realiza campañas para alcanzar los Objetivos
Globales para el Desarrollo Sostenible. Que las ciudades y comunidades sean
sostenibles es el objetivo número 11. La acción por el cambio climático es el
objetivo número 13. Puedes unirte y convertirte en un Guardián del océano
dejando de usar desechos plásticos aquí.
The Guardian ha informado recientemente que el
movimiento para convertir el plástico en ganancias se ha extendido a otras
comunidades pobres de todo el mundo, como Nigeria y Mozambique.
En otros lugares del mundo, el plástico se está re-convirtiendo:
desde carreteras y casas , hasta arte y zapatos. Si bien estas comunidades
no están literalmente convirtiendo basura en tesoro, hacen algo muy parecido.
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