Abrir caminos para que el enfoque de la agricultura climáticamente inteligente sea “la nueva normalidad”
La agricultura climáticamente
inteligente, que alguna vez fue solo un tema de debate en las conferencias,
constituye ahora una serie de medidas adoptadas, por los agricultores, los
trabajadores de extensión agrícola, la agroindustria y otras partes interesadas
del sector de la agricultura.
En los últimos años, este enfoque
agrícola que busca aumentar la productividad y la resiliencia y reducir las
emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) ha cobrado impulso a medida que se ha
comprendido cuán importante es para el sistema alimentario. Prácticamente todos los representantes
gubernamentales y agricultores que he conocido durante mis misiones de trabajo
(por ejemplo, recientemente en Bangladesh, Nepal y Pakistán) (i) manifiestan un interés
genuino en incorporar este enfoque en sus actividades diarias y en el sector de
la agricultura. En la COP 23 en Bonn, se produjo un gran avance en el ámbito de laagricultura
climáticamente inteligente, ya que se acordó que los países y las partes
interesadas deben implementar acciones climáticas en las actividades agrícolas
sobre el terreno.
Este impulso se refleja en las
propias acciones del Banco. En 2016, el Grupo Banco Mundial dio a conocer
su Plan de Acción sobre el Cambio Climático, comprometiéndonos a
aplicar el enfoque de la agricultura climáticamente inteligente a una escala
que aumente la eficiencia y la resiliencia de los sistemas alimentarios. Desde
que el Banco empezó a monitorear este enfoque en 2011, nuestras inversiones en agricultura
climáticamente inteligente aumentaron de manera constante, alcanzando un récord de USD 1000 millones en
2017. Esperamos mantener e incluso aumentar ese nivel el próximo año a medida
que se intensifiquen nuestros esfuerzos en este ámbito.
La semana pasada, alcanzamos un hito
importante en el Banco con la aprobación de nuestro mayor proyecto de
agricultura climáticamente inteligente,
lo cual indica nuestra capacidad cada vez mayor de proporcionar soluciones
climáticas a escala. El proyecto por un monto de USD 420 millones en el estado de Maharashtra
(India) beneficiará
a más de 25 millones de pequeños propietarios que
trabajan en 3,5 millones de hectáreas de tierra. Con el fin de ayudar a los
agricultores, el proyecto proporcionará servicios de asesoramiento
agrometeorológico para planificar mejor la gestión de las cuencas hidrográficas
a largo plazo y apoyar inversiones en almacenamiento de agua y distribución más
eficiente del agua. Con estas acciones debería aumentar la seguridad hídrica en
las explotaciones agrícolas. El proyecto incentivará además la diversificación
de los cultivos, ampliará la adopción de semillas tolerantes a la sequía y
promoverá prácticas de gestión para mejorar las condiciones del suelo.
No cabe duda de que la agricultura
climáticamente inteligente tendrá grandes impactos en el estado de Maharashtra,
un sitio vulnerable al cambio climático: en 2016, 29 000 aldeas del estado se declararon en situación de sequía.
(i) Es igualmente prometedor y emocionante que los beneficios de este proyecto
podrían extenderse mucho más allá de los beneficiarios previstos. Es cierto que
el proyecto abre nuevas perspectivas para el Banco debido a su escala masiva.
Pero también es innovador porque, al apoyar simultáneamente las intervenciones
tanto a nivel de las explotaciones agrícolas como de las cuencas hidrográficas,
así como a lo largo de las cadenas de valor agrícola, mostrará a los países
que el enfoque de la
agricultura climáticamente inteligente se puede aplicar a escala y que puede transformar las
actividades agrícolas y el sistema alimentario. Nos sentimos optimistas de
que el
proyecto abrirá la puerta a compromisos aún mayores y más ambiciosos en este ámbito, tanto en
India como en todos nuestros países asociados.
En nuestra opinión, este proyecto es
solo el comienzo de la aplicación de la agricultura climáticamente inteligente
a una mayor escala y una manera de convertir este enfoque en “la nueva
normalidad” de la agricultura.
Apoyamos la entrega de 21 perfiles sobre la agricultura climáticamente inteligente para
ayudar a los países a comprender cuáles son sus desafíos y oportunidades en
este ámbito. Nos encontramos preparando al menos otros 19 perfiles, así como
planes de inversión en agricultura inteligente con respecto al clima,
documentos que sirven de guía a los países que buscan ampliar este enfoque.
Con nuestro proyecto de agricultura climáticamente inteligente en Níger,
(i) otro hito del Banco, 123 000 agricultores han tenido acceso a semillas
tolerantes a la sequía y 60 alcaldes
han recibido capacitación sobre cómo implementar este enfoque. En Zambia, apoyamos los esfuerzos del Gobierno para ampliar la agricultura
climáticamente inteligente mediante un proyecto que ha entregado USD 814 000 en
pagos a grupos de agricultores por concepto de reducción de emisiones de
carbono (i) y que de esta manera están reduciendo la pérdida de
bosques y promoviendo el enfoque de la agricultura climáticamente inteligente.
Nuestros proyectos en Kenya, Sri Lanka y China también ayudan a intensificar nuestros esfuerzos en
este campo.
Y hay más por venir. En la medida que
la agricultura climáticamente inteligente siga ganando terreno y el sector
agrícola mundial se concentre en cumplir los objetivos de París, el Banco
continuará esforzándose para ampliar este enfoque en nuestros países asociados
y convertirlo en la
“nueva normalidad” del sector agrícola.
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