Lunes, 23 de octubre de 2017
Doce grandes urbes de cuatro continentes acordaron este lunes en París dejar de adquirir autobuses propulsados por combustibles fósiles de aquí a 2025 y que una "gran área" de sus ciudades, especialmente el centro, sea de "cero emisiones" en 2030.
Los alcaldes de las americanas Los Ángeles, Seattle, Vancouver, México y Quito; de las europeas París, Londres, Barcelona, Milán y Copenhague; de la africana Ciudad del Cabo y la oceánica Auckland lanzaron este compromiso para convertirse en la punta de lanza del movimiento urbano contra el cambio climático.
La alcaldesa de París y anfitriona del acuerdo, Anne Hidalgo, fue la encargada de detallar esta iniciativa, dirigida a hacer "calles más seguras y accesibles", a conseguir "un aire limpio" y a "mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos".
Una tercera parte de las emisiones de gas de efecto invernadero de las ciudades englobadas en el grupo C40 (que reúne a más de 90 de las mayores urbes del mundo) proviene del tráfico.
Además, señalaron los signatarios del pacto, la congestión del transporte rodado cuesta a la economía alrededor de 1% de su PIB.
Por ello, para cumplir con los dos objetivos proclamados este lunes, los alcaldes se comprometen a aumentar el número de calles peatonales y de carriles bici, reducir el número de vehículos contaminantes en sus ciudades, renovar su flota con autobuses de cero emisiones y hacer públicos cada dos años sus progresos en la materia.
"Hacer frente al cambio climático requiere políticas de movilidad audaces en las ciudades. El sector del transporte representa el 60% de las emisiones de CO2 en la Ciudad de México y los vehículos privados representan el 80% de la flota total," destacó el Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera.
"En la Ciudad de México estamos tomando acciones concretas fomentar la movilidad sostenible con corredores BRT, infraestructura para ciclistas y calles amigables para peatones", indicó el gobernante de la capital mexicana.
Hidalgo se mostró especialmente agradecida al empresario y exalcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, "sin cuyo apoyo no podríamos organizar algo así".
Para la regidora de Barcelona, Ada Colau, "no es casualidad que las ciudades sean protagonistas" en la lucha contra el cambio climático, ya que viven en primera persona los efectos de la polución.
"Tenemos Estados que muchas veces compiten entre ellos, que hacen declaraciones pero tardan demasiado en llevarlas a la práctica. Y las ciudades vemos cómo los niveles de contaminación siguen aumentando y eso perjudica a la salud de nuestros ciudadanos", dijo en una declaración a la prensa junto a varios de sus homólogos.
Colau explicó que el próximo 1 de diciembre entrará en vigor en Barcelona la prohibición de que los vehículos más contaminantes circulen en los días de episodios de alta contaminación, aunque agregó que espera que esto se generalice a partir de 2020.
En sentido similar se expresó el alcalde de Quito, Mauricio Rodas, quien consideró que las ciudades "tienen ahora una gran oportunidad para ganar influencia al negociar políticas de lucha contra el cambio climático".
Rodas recordó que el 56 % de las emisiones de carbono en su ciudad provienen del sistema de movilidad, por lo que los esfuerzos se han enfocado en ese área.
También presente en el acto, el alcalde de Los Angeles, Eric Garcetti, enfatizó que "el cambio climático no sólo es real, sino que tiene efectos sobre los seres humanos".
Garcetti se mostró especialmente crítico con el presidente de su país, Donald Trump, después de que éste anunciara su intención de abandonar el Acuerdo de París sobre el clima y dijo que "cuando la Casa Blanca se salió, las ciudades entramos".
Según el regidor angelino, un total de 382 ciudades de 44 estados diferentes han decidido aplicar en sus localidades el Acuerdo de París porque, a su entender, "ha llegado el momento de actuar y de unirse".
También suscribió el acuerdo de las doce ciudades la gobernadora de Tokio, Yuriko Koike, presente en París pese a su dolorosa derrota en los comicios legislativos de Japón este fin de semana.
Koike informó de que la capital nipona ha conseguido una reducción de 26% en sus emisiones de carbono, algo que se puede apreciar a simple vista: "Hace 30 años sólo se podía ver el monte Fuji 40 días al año. Hoy se puede hacerlo cien días al año".
Extraido de http://expansion.mx/
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